miércoles, 27 de agosto de 2008

1964 J.L. Borges


I

Ya no es mágico el mundo. Te han dejado
Ya no compartirás la clara luna
Ni los lentos jardines. Ya no hay una
Luna que no sea espejo del pasado,
Cristal de soledad, sol de agonías.
Adiós las mutuas manos y las sienes
Que acercaba el amor. Hoy sólo tienes
La fiel memoria y los desiertos días.
Nadie pierde (repites vanamente)
Sino lo que no tiene y no ha tenido
Nunca, pero no basta ser valiente
Para aprender el arte del olvido.
Un símbolo, una rosa, te desgarra
Y te puede matar una guitarra.



II

Ya no seré feliz. Tal vez no importa.
Hay tantas otras cosas en el mundo;
Un instante cualquiera es más profundo
Y diverso que el mar. La vida es corta
Y aunque las horas son tan largas, una
Oscura maravilla nos acecha,
La muerte, ese otro mar, esa otra flecha
Que nos libra del sol y de la luna
Y del amor. La dicha que me diste
Y me quitaste debe ser borrada;
Lo que era todo tiene que ser nada.
Sólo me queda el goce de estar triste,
Esa vana costumbre que me inclina
Al sur, a cierta puerta, a cierta esquina.



miércoles, 4 de junio de 2008

Dialogo con la Soledad I [Julia Prilutzky Farny]




Vuelves a estar. Estás. Yo no sabía

pero estuviste siempre, sin ausencia.
Se desvelaba en vano mi impaciencia
tu andar era mi andar. No te veía.

Todo fue luz. Y luego, la sombría
zona de horror que el corazon silencia.
Y el corazón olvida, que hay urgencia
de olvidar. Y la noche se hace día.

Todo fue tan perfecto y esperado
desde el gesto inicial al señalado,
hasta mi sangre en otra trascendida

Te di mi hostilidad, mi disonancia,
mi dolor y voz en la distancia.
Te di mi muerte. Y hoy, te doy mi vida.


martes, 22 de abril de 2008

Exilio [Alejandra Pizarnik]



Esta manía de saberme ángel,
sin edad,
sin muerte en qué vivirme,
sin piedad por mi nombre
ni por mis huesos que lloran vagando.

¿Y quién no tiene un amor?
¿Y quién no goza entre amapolas?
¿Y quién no posee un fuego, una muerte,
un miedo, algo horrible,
aunque fuere con plumas,
aunque fuere con sonrisas?

Siniestro delirio amar a una sombra.
La sombra no muere.
Y mi amor
sólo abraza a lo que fluye
como lava del infierno:
una logia callada,
fantasmas en dulce erección,
sacerdotes de espuma,
y sobre todo ángeles,
ángeles bellos como cuchillos
que se elevan en la noche
y devastan la esperanza.

domingo, 24 de febrero de 2008

Haikú [Gladys Frutos Faloni]



Caminé sobre
la braza de tus labios.
Hoy soy ceniza.



[..tus muertos me salvan!]

sábado, 16 de febrero de 2008

*El Brillo de su Ausencia* [Joaquin Sabina]



Llega al atardecer con su cartera,

viste de oscuro, calla por los codos,
mi modo de querer, sin malos modos.
rezuma savoir faire a su manera.

Siempre estamos de acuerdo en casi nada,
novicios de un oficio de difuntos,
entre su soledad y mis asuntos
no hay más resquicio que la madrugada.

Ni nos fían el pan con cicatrices,
ni permuto el bombín de mi amuleto
por el terno de tweed de su prudencia.

Antes que la auroraeche raices,
abusa, con excusas de cateto,
del brillo hipotenusa de su ausencia.


[sos un Genio Joakinito!]

viernes, 15 de febrero de 2008

..Los Anillos Fatigados (Cesar Vallejos)


Hay ganas de volver, de amar, de no ausentarse
Y hay ganas de morir, combatido por dos,
aguas encontradas que jamás han de istmarse.

Hay ganas de un gran beso que amortaje a la Vida,
Que acaba en el África de una agonía ardiente,
Suicida!

Hay ganas de... no tener ganas, Señor;
A ti yo te señalo con el dedo deicida:
Hay ganas de no haber tenido corazón.

La primavera vuelve, vuelve y se irá. Y Dios,
Curvado en tiempo, se repite, y pasa, pasa
A cuestas con la espina dorsal del Universo.

Cuando las sienes tocan su lúgubre tambor,
Cuando me duele el sueño grabado en un puñal,
hay ganas de quedarse plantado en este verso!




[oh Cesar!
oH estruendo mudo!]

jueves, 14 de febrero de 2008

A la espera de la Oscuridad [Alejandra Pizarnik]

Ese instante que no se olvida
Tan vacío devuelto por las sombras
Tan vacío rechazado por los relojes
Ese pobre instante adoptado por mi ternura
Desnudo desnudo de sangre de alas
Sin ojos para recordar angustias de antaño
Sin labios para recoger el zumo de las violencias
perdidas en el canto de los helados campanarios.

Ampáralo niña ciega de alma
Ponle tus cabellos escarchados por el fuego
Abrázalo pequeña estatua de terror.
Señálale el mundo convulsionado a tus pies
A tus pies donde mueren las golondrinas
Tiritantes de pavor frente al futuro
Dile que los suspiros del mar
Humedecen las únicas palabras
Por las que vale vivir.


Pero ese instante sudoroso de nada
Acurrucado en la cueva del destino
Sin manos para decir nunca
Sin manos para regalar mariposas
A los niños muertos



[solo porque es hermoso]